Sublimación

Para definir un buen precio sobre tus productos, deberás hacer una serie de cálculos que te harán saber el costo real por cada unidad. Estos cálculos nos son necesarios para proyectar nuestro emprendimiento y visualizar de algún modo el tiempo que nos llevará recuperar la inversión. Podrás ayudarte con los siguientes pasos:

¿Cómo hago para definir mejor los precios de mis productos sublimados?

1. Costo de tinta por impresión: deberás dividir el costo de las tintas por su rendimiento (cantidad de impresiones). Hemos calculado que el set Art Jet de 4 tintas (cian, magenta, amarillo y negro) de 100ml cada una, rinde aproximadamente entre 700 y 800 impresiones. El set completo tiene un precio de aproximadamente $1000. Por lo tanto, 1000 dividido 700 es 1,4.

2. Costo por hoja: tienes que dividir el costo de la resma de hojas por la cantidad de hojas que trae. Si la resma cuesta aproximadamente $200 y contiene 100 hojas, 200 dividido 100 es 2.

3. Costo por cada impresión: es la suma entre el costo de tinta por impresión y el costo por hoja. En este caso, 1,4 más 2 es 3,4.

4. Costo por tiempo: este cálculo no es tan exacto y depende de cada uno. Pero deberás tener en cuenta el tiempo que te lleva realizar el trabajo ya sea por producto, o por hora. Una buena manera de saberlo es calculando el número de bajadas de plancha que llegás a hacer por hora.

Finalmente, para calcular el retorno de la inversión tenés que dividir el costo de la máquina por el precio que le asignes a tu producto. El resultado será el número de productos que deberás vender para recuperar tu inversión.

Ahora bien, la importancia del costo, y por ende el precio, van a variar según el comprador y la cantidad de productos que va a comprar. Veremos tres diferentes casos:

• Ventas a revendedores o a empresas de merchandising: es recomendable en este caso poner el precio en función del costo ya que tendrás que tenerlo bien calculado para después agregarle tu margen. Esto pasa cuando el cliente (Empresas, Locales, etc) compra para hacer su propio negocio luego. En este caso, dependiendo de la cantidad que pida el cliente, podrás recargarle un entre un 30% y un 100%.

• Realizar productos estandarizados para consumidor final: acá el costo es menos importante porque el consumidor final compra más emocionalmente y, si bien mira el precio, también valora otras cosas como por ejemplo si le gusta lo que ve o no. En esta oportunidad es aconsejable recargar mínimo un 100% y hasta un 200% si es un producto que se vende mucho. Por ejemplo, una taza con algún personaje de una franquicia, etc.

• Productos personalizados: esto significa, por ejemplo, hacer una gorra con el nombre de la persona que la compra y del color y diseño que ésta elija. Acá el precio importa poco, además, el cliente valora otras cosas como la velocidad de entrega y el nivel de personalización que podés lograr. En esta situación el mínimo de recarga es de un 200% o más ya que el trabajo de hacer un producto único hay que cobrarlo bien.

En definitiva, lo que va a ir variando nuestro margen es la cantidad de productos y la cantidad de veces que se “repita” la imagen a sublimar. Por ejemplo, el primer caso se trata de una gran cantidad de productos y la misma imagen repetida muchas veces. En el segundo hay una menor cantidad de productos pero muchas veces repetida la misma imagen y, en el tercero, la cantidad de productos es poca y así también la repetición de la imagen.